martes, 14 de mayo de 2013
lunes, 13 de mayo de 2013
Eloy Alfaro
Trasladados a Quito, el 28 de enero de 1912 una turba asaltó la prisión y acabó con Eloy Alfaro, Flavio y Medardo Alfaro, Luciano Coral, Ulpiano Páez y Manuel Serrano. Sus cuerpos, arrastrados a modo de trofeos sangrientos por la ciudad, fueron quemados en El Ejido. Al parecer, una oscura alianza entre el placismo y los conservadores fue el origen de esta acción criminal
Eloy Alfaro
Eloy Alfaro
(Montecristi, Ecuador, 1842 - Quito, 1912) Militar y político ecuatoriano, máximo representante del liberalismo radical, que fue presidente de la república en los períodos 1895-1901 y 1906-1911.
Eloy Alfaro era hijo del comerciante español Manuel Alfaro y la manabita Natividad Delgado. Su padre se dedicaba a la exportación y Alfaro participó en los negocios paternos, viajando al Perú, Colombia, América Central y el Caribe. En lo político, se inclinó por el liberalismo y en 1864 participó en una fracasada insurrección contra García Moreno. Exiliado en Panamá, allí emprendió varios negocios con éxito. En 1872, y siendo ya un hombre rico, contrajo matrimonio con Ana Paredes Arosemena, hija de uno de los notables del Istmo.
En 1875, tras el asesinato de García Moreno, Alfaro volvió al Ecuador y combatió al gobierno de Antonio Borrero. Apoyó el golpe de Estado de Veintemilla en contra de Borrero, el 8 de septiembre de 1876, tras el cual fue nombrado coronel. Pero meses después se declaró contrario a Veintemilla, que no cumplió el programa liberal prometido. A inicios de 1883, Alfaro fue proclamado jefe supremo de Manabí y Esmeraldas y organizó un ejército que derrotó al dictador, cuyo último reducto, Guayaquil, cayó el 9 de julio de 1883.
Tras el triunfo "restaurador", como se llamó al movimiento coligado en contra de Veintemilla, una Asamblea Constituyente eligió como presidente a José María Plácido Caamaño, frente a Alfaro, sostenido por los liberales. En 1884, cuando Caamaño se instaló en el poder, Alfaro encabezó una nueva revuelta que suspendió tras casi cuatro años de lucha, dedicándose entonces a los contactos internacionales. Sus adversarios se referían a él con el sobrenombre burlesco de "general de las derrotas", debido a sus fracasos militares.
Más notable fue el segundo gobierno alfarista, vigente entre enero de 1906 y agosto de 1911. En este período se promulgó la Constitución de 1906, "la carta magna del liberalismo ecuatoriano"; se continuó la construcción del ferrocarril transandino, que arribó a Quito el 25 de junio de 1908; se consolidó la secularización en la enseñanza pública, y se realizaron también obras de infraestructura y comunicación.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/alfaro_eloy.htm |
Eloy Alfaro
En 1875, tras el asesinato de García Moreno, Alfaro volvió al Ecuador y combatió al gobierno de Antonio Borrero. Apoyó el golpe de Estado de Veintemilla en contra de Borrero, el 8 de septiembre de 1876, tras el cual fue nombrado coronel. Pero meses después se declaró contrario a Veintemilla, que no cumplió el programa liberal prometido. A inicios de 1883, Alfaro fue proclamado jefe supremo de Manabí y Esmeraldas y organizó un ejército que derrotó al dictador, cuyo último reducto, Guayaquil, cayó el 9 de julio de 1883.
Tras el triunfo "restaurador", como se llamó al movimiento coligado en contra de Veintemilla, una Asamblea Constituyente eligió como presidente a José María Plácido Caamaño, frente a Alfaro, sostenido por los liberales. En 1884, cuando Caamaño se instaló en el poder, Alfaro encabezó una nueva revuelta que suspendió tras casi cuatro años de lucha, dedicándose entonces a los contactos internacionales. Sus adversarios se referían a él con el sobrenombre burlesco de "general de las derrotas", debido a sus fracasos militares.
La Obra de Eloy Alfaro
La obra de Alfaro, apelado el viejo Luchador, es una de las más notables de los gobernantes del Ecuador, tanto por las transformaciones ideológicas que logró, como por las obras que realizó. Fueron también numerosas sus intervenciones en el campo social: exoneró del tributo territorial a los indios de la Sierra y a los montuvios de la Costa; suprimió la prisión por deudas; permitió la participación de la mujer en cargos administrativos; promovió escuelas y centros de educación. En el campo internacional promovió una reunión de representantes hispanoamericanos en México para la formación de un Derecho Público Americano; intervino ante la reina María Cristina en favor de la independencia de Cuba y luchó por resucitar la idea bolivariana de la Gran Colombia; en torno a él se unió el pueblo frente al Perú, pero no lo respaldó en su idea de alquilar a Estados Unidos las islas Galápagos.
Alfaro es una de las más fuertes personalidades que han guiado al pueblo ecuatoriano. Considerado, por unos, paladín de las libertades e instaurador de la democracia en su país, es, para otros, la encarnación del anticlericalismo y del despotismo político. Su militarismo, prepotencia y carácter dictatorial lo llevaron a conculcar los derechos de sus adversarios en nombre de la ideología radical de su partido, y le ganó la airada protesta de los intelectuales del país y el rechazo, y el odio incluso, de muchos de sus copartidarios. Para el partido liberal ecuatoriano -e incluso de otros países-, Alfaro ha pasado a la historia como el arquetipo y mártir de las ideas libertarias.
Administración de Eloy Alfaro
Primer Gobierno: Desde el 5 de junio de 1895 al 31 de agosto de 1901. Durante este primer período de la administración de Alfaro se firmó el "Contrato Harman", en virtud del cual quedaba asegurada la continuación rápida de los trabajos del ferrocarril Guayaquil a Quito, llegando hasta Costa. En este período Eloy Alfaro también dio mucho impulso a la educación. El 25 de mayo de 1896 su mano derecha, el Coronel Luciano Coral Morillo, inaugura el Colegio Bolívar de Tulcán siendo el primer colegio laico del país, en 1907 la Escuela de Artes y Oficios, el 11 de junio de 1897 el Instituto Nacional "Mejía", el 20 de octubre de 1900 la Escuela de Bellas Artes de Quito, el 14 de febrero de 1901 el Colegio Normal Manuela Cañizares; el 25 de mayo de 1901 el Colegio Normal Juan Montalvo, el 11 de agosto de 1901 el Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil y el Colegio Militar Eloy Alfaro. En 1901, se establecen locales para el funcionamiento de los Colegios Normales Montalvo y Manuela Cañizares, el edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. En definitiva, en el gobierno de Eloy Alfaro también se dio mucho impulso a la educación. Segunda Administración: En la segunda administración del General Alfaro, se realizaron las siguientes obras: el 25 de junio de 1908 se inauguró el ferrocarril del Sur que unía Quito con Guayaquil; se dio 1’700.000 sucres para la construcción del sistema de agua potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización para este mismo servicio básico, se construyó, por el centenario del primer grito de la Independencia, un monumento conmemorativo en la Plaza Grande de Quito, y se realizó una Exposición Universal. Para sede de esa exposición se construyó el Palacio de la Exposición, actual sede del Ministerio de Defensa del Ecuador. Hizo levantar planos de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas instituciones militares. En 1910, ante una posible guerra con el Perú por el centenario conflicto territorial, se trasladó a la frontera sur para organizar la defensa de la República, y adquirió armamento moderno. En 1906 se promulgó la Constitución liberal, que consagró el Estado laico, poniendo fin a la injerencia de la Iglesia Católica en la política. Un dato interesante es que desde el gobierno de Eloy Alfaro se le dio oportunidad a las mujeres de estudiar y ser parte de la sociedad. OBRAS OBRAS.- Hallazgo de los restos mortales del Gral. Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre los mismos que fueron llevados a la catedral metropolitana donde se los guarda, se los conserva y se los venera muy respetuosamente. Reorganizó el desaparecido conservatorio de música Desapareció privilegios militares y eclesiásticos. Durante la primera administración de Alfaro se firmó el "Contrato Harman", en virtud del cual quedaba asegurada la continuación rápida de los trabajos del ferrocarril Guayaquil a Quito, llegando hasta Colta, en este Período. Eloy Alfaro también dio mucho impulso a la educación. El 1 de octubre de 1869 inaugura el colegio "Bolívar" de Tulcán, en 1907 la Escuela de Artes y Oficios, el 11 de junio de 1897 el Instituto Nacional "Mejía", el 20 de octubre de 1900 la Escuela de Bellas Artes de Quito, el 14 de febrero de 1901 el Colegio Normal Manuela Cañizares; el 25 de mayo de 1901 el Colegio Normal Juan Montalvo, el 110 de agosto de 1901 el Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil y el Colegio Militar Eloy Alfaro. Finalizó su primer periodo presidencial cuando el Ecuador era un amplio camino hacia el progreso. Hizo levantar un monumento al insigne escritor y amigo Don Juan Montalvo en su ciudad natal. En 1901, se establece locales para el funcionamiento de los Colegios Normales Juan Montalvo y Manuela Cañizares, El edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. En la segunda administración del General Alfaro, construyó el ferrocarril del sur, se dio 1’700.000 sucres para el Agua Potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización, se inauguró en la Recoleta el local que hoy ocupa el Ministerio de Defensa, proveyó al Ecuador de un armamento moderno. Hizo levantar planos de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas instituciones militares. En área de educación inauguró varios centros educativos entre ellos: el Colegio Bolívar de Tulcán; el Colegio Mejía de Quito; escuela de niñas en Esmeraldas; En 1899, se crea el Colegio Militar de Música en Quito y se inaugura el Colegio.
biografia:http://es.wikipedia.org/wiki/Eloy_Alfaro
martes, 7 de mayo de 2013
Monumento
Monumento a Alfaro en la ULEAM
Jorge Núñez Sánchez, en la obra "Eloy Alfaro, escritos políticos" (2011) escribe: En 1895, "Alfaro inició su gobierno en Guayaquil bajo el lema "Perdón y olvido". Ofreció a sus enemigos el olivo de la paz, buscando evitar una dolorosa guerra civil y orientar las energías nacionales hacia la reconstrucción moral y material de la nación. Pero la oligarquía de la Sierra no estaba en disposición de ceder fácilmente el poder y, contando con el poderoso apoyo de la Iglesia, se preparó afanosamente para una "guerra santa" contra el liberalismo, haciendo colectas públicas y reclutando hombres. Al fin, fracasadas la Comisiones de Paz enviadas a Quito y Cuenca, Alfaro preparó su ejercito popular para la marcha hacia la Sierra, al mismo tiempo que organizaba el gobierno en las provincias costeñas"
Hoy, a las 18:00 en el frontis de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, en Manta, Ecuador, se develizó el monumento al ilustre patrono. Una obra concebida y elaborada por artista manabita, Ivo Uquillas y que ha merecido las mejores críticas por su concepción y proyección como memoria del Héroe Nacional.
Jorge Núñez Sánchez, en la obra "Eloy Alfaro, escritos políticos" (2011) escribe: En 1895, "Alfaro inició su gobierno en Guayaquil bajo el lema "Perdón y olvido". Ofreció a sus enemigos el olivo de la paz, buscando evitar una dolorosa guerra civil y orientar las energías nacionales hacia la reconstrucción moral y material de la nación. Pero la oligarquía de la Sierra no estaba en disposición de ceder fácilmente el poder y, contando con el poderoso apoyo de la Iglesia, se preparó afanosamente para una "guerra santa" contra el liberalismo, haciendo colectas públicas y reclutando hombres. Al fin, fracasadas la Comisiones de Paz enviadas a Quito y Cuenca, Alfaro preparó su ejercito popular para la marcha hacia la Sierra, al mismo tiempo que organizaba el gobierno en las provincias costeñas"
fuente bibliográfica: http://joselias1.blogspot.com/
Eloy Alfaro "El Viejo Luchador"
Difícil tarea la de rastrear la faceta cotidiana de un hombre que ha sido devorado por su propio mito. Como en una mala trama de telenovela, Eloy Alfaro ha quedado atrapado, por obra de historiadores, detractores y adoradores, en apenas dos categorías: ángel o demonio. Pero como en todo hombre, sus actos y su figura son más complejos .
Próximos a recordar los 100 años de su muerte (28 de enero de 1912), varios historiadores y material bibliográfico son la fuente para escarbar en el pasado y tratar de entender a Alfaro, el ser humano, en contraposición de Alfaro, el símbolo.
Lo principal es entender al hombre en su contexto; Alfaro era el joven hijo de una familia próspera de comerciantes, por lo tanto “estaba dentro de la naciente burguesía que buscaba todo tipo de libertades, entre ellas la económica”, dice el historiador Carlos Landázuri, que completa esta observación: “a él se le ofrece por un lado la adhesión al status quo y por otro llevar a la práctica los planteamientos de las revoluciones burguesas, que es por lo que opta, por sus intereses personales de clase, por su actividad económica”.
“No fue ignaro, pero tampoco culto”, apunta Jorge Salvador Lara en su ‘Breve historia contemporánea del Ecuador’. Y es que desde joven acompañó a su padre en sus viajes, sobre todo por Centroamérica, para comerciar sombreros de paja toquilla, lo cual lo alejó de una educación sistemática. Eso sí, era hombre de lecturas y de trato con intelectuales liberales, como asegura Landázuri, pues en esos mismos viajes conoció a hombres importantes (muchos de ellos masones), con quienes tuvo amistad, y de quienes se nutrió; entre ellos José Martí, quien diría de Alfaro: “Es uno de los pocos latinoamericanos de creación”, como lo recoge el historiador José Antonio Gómez Iturralde, en su blog Desde mi trinchera.
Una de sus hagiógrafas, Marcela Costales -autora del libro de bolsillo ‘El Glorioso Peregrino’-, destaca precisamente la calidad de amigo que fue Alfaro: leal, considerado. “Mantuvo permanentemente la amistad con Juan Montalvo, José Peralta, José Martí, Ricardo Palma, y eso le permitió sobrevivir en los exilios”.
Al ser consultados, Costales, Landázuri y Salvador Lara coinciden en la naturaleza de “hombre bueno” del líder liberal. Ni siquiera las condiciones atroces de las constantes luchas y conspiraciones en las que estuvo envuelto lo volvieron un hombre cruel. Aunque sí fue permisivo con la crueldad varias veces ejercida por sus colaboradores, como Manuel Antonio Franco o su sobrino Flavio Alfaro.
Y aunque sobrio en el trato y las formas, Salvador Lara asegura que “le deleitaba que le adularan. Y tenía una mezcla extraña de soberbia y humildad simultáneas: estaba convencido de su destino, su superioridad entre los suyos (...) y se creía predestinado a gobernar mientras le durase la vida (...)”.
De su vida familiar se conoce poco, y siempre lo mismo: fue un esposo fiel, “enamorado de Doña Ana”, dice Salvador Lara; un padre cariñoso, pero estricto; un buen hijo. Es decir, un hombre modelo en el ámbito doméstico. Esta, dice Costales, fue una de las razones por las que se decidió a investigar su vida. “Esa relación extraordinaria de cariño que tenía con su familia y, de manera especial, el respeto profundo que tuvo hacia la mujer”.
Sin embargo, su relación con sus hijos fue en buena parte epistolar -“cartas muy cariñosas y pedagógicas”, apunta Costales-, pues estuvo mucho tiempo fuera del hogar. Su esposa e hijos conocieron la necesidad económica: su dinero y energía personal se destinaban a lo que él llamaba el “deber” (la revolución), ese por el cual su familia fue muchas veces relegada a un segundo plano.
Marco Navas, catedrático de la Universidad Andina, señala otra característica que define al Alfaro hombre -y que aporta de manera importante al mito-: su radicalidad. Esta se levantaba sobre los cimientos de su indeclinable tenacidad, la misma que le llevó a no sucumbir ante las derrotas.
Contrario a lo que por muchos años se difundió, Alfaro no fue un anticlerical rabioso. Muchos aseguran que ni siquiera fue ateo, entre ellos Costales y Salvador Lara. Para este último, un valioso rasgo de su carácter era el profundo respeto que sentía por los diversos credos, como el catolicismo acentuado de su esposa, Ana Paredes Arosemena. Costales incluso asegura que no era raro escucharle decir: “Mi hermano mayor Jesucristo”, porque según sus investigaciones él conocía muy bien los evangelios.
Hombre de acción, que también supo actuar fuera del campo de batalla como un estadista. Su visión de un Ecuador unido, de una patria con identidad lo hermana -según Salvador Lara- con García Moreno. También lo asemejan al líder conservador otros rasgos de carácter: el autoritarismo, por ejemplo.
Humano al fin, contradictoriamente, mientras por un lado logró libertades vitales para la sociedad ecuatoriana, por otro, conculcó en nombre de ‘la libertad’ muchas otras libertades.
fuente bibliográfica : http://www.elcomercio.com.ec/cultura/Eloy_Alfaro-Viejo-Luchador-mito-hombre_0_631736940.html
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